domingo, 13 de abril de 2008

Maravillosos Descubrimientos



He tenido una cuasi-semana de vacaciones de lo más tranquila... ¡qué gusto! He estado con "momento caracol", casera, tranquila y sin ponerme deberes. ¡¡genial!! Lo cierto es que me ha venido genial... Mi cuerpo-mente-espíritu se han renovado con ese "no hacer nada", con la quietud y la serenidad de estar.

El no hacer nada me ha llevado al cine ¡¡qué gusto!! ¡qué de tiempo! He tenido la suerte de ir ver "AL OTRO LADO", del director alemán-turco Fatih Akin. Una historia de encuentros y desencuentros en la vida, una historia de buenas personas con no demasiada suerte. Me sorprendí en el cine abriendo mucho los ojos, pero mucho! Me enamoró como está contada, las interpretaciones, en especial la de Hanna Schygulla la historia que cuenta...en fins que quien no la haya visto que no se lo piense y vaya. Eso sí yo no leería ni tan siquiera la sipnosis, dejaría que la historia me sorprendiera poco a poco en la pantalla. ¡¡ea!!

Descubrimientos que he hecho gracias a las Beguinas de Jérez y Aída y Ana Barrios de la escuela Neijing.
Las sociedades matrilineales, o matriarcales como...



- La isla de las Mujeres, en la isla de Orango Grande en Guinea Bissau.




- La tierra de las hijas, la etnia Mosuo en el Lago Lugu en China!!! En China!!!



- En Juchitán, en México.
Éste es una mezcla entre matriarcado y patriarcado.

Común a todas las sociedades matriarcales...

¡¡¡¡La ausencia de violencia!!!!
Los hombres no anhelan un patriarcado.
Ellas eligen sus parejas.
Complicidad femenina en la organización.
Las mujeres son las que más trabajan.

Me gusta saber que aún quedan algunas sociedades matriarcales y, comprobar que, la ausencia de violencia es una realidad...Y digo yo... ¿Y si ellos, los grandes gobernantes se fijaran un poco más en estas otras formas de gobernar?...
Lo cierto es que no les interesa una sociedad más justa, ni más igualitaria ni ausente de violencia... El poder, la superioridad, la opresión y el dinero son sus únicos objetivos, así que... ná. Eso sí, no tiremos la toalla, no olvidemos que las minorías mueven las mayorías, y los grandes cambios sociales surgieron de grupos pequeños de personas...

Movimientos de mujeres

- PAG LA YIRI, de Burkina Faso. Pag La Yiri quiere decir "la mujer es el hogar". Porque, según ellas, sin la mujer no hay hogar.
En 1975 se juntaron cinco mujeres burkinianas, dándose cuenta de las dificultades que tenían para subsistir por el hecho de ser mujeres. Tenían que cultivar el campo de sus maridos, pero ellas no podían contar con nada de dinero para administrar las familias. Las mujeres además se encargaban del negocio de la Cola, una bebida hecha a partir de un fruto de la zona, y tenían que caminar hasta 30 Km para comercializarla, exponiéndose a las picaduras de serpientes y a ser interceptadas por la policía, que les quitaba todas las mercancías, además de quedar endeudadas.
Así, estas mujeres se unieron y empezaron a formar un club de ahorro. Cotizando el equivalente a 0,2 $ cada semana, por turnos rotativos, cada una recibía el dinero y esto constituía un pequeño fondo. En este proceso las mujeres cambiaban de conducta al tener dinero propio.
Lo primero que hicieron, al mejorar mínimamente su economía, fue comprarse todas unas faldas iguales porque, según ellas: “Es importante para ser atractivas, estrechar las relaciones de amistad entre todas, y permanecer más unidas”. Para rembolsar ese gasto, decidieron recoger y vender leña. Poco después, organizaron una fiesta que duró dos días. Allí pudieron expresar el por qué habían creado una asociación.
Se propusieron tener un campo colectivo, donde plantar cacahuete. Entre todas compraron dos sacos de cacahuete, obtuvieron a crédito los fertilizantes y dos sacos más de semillas. Al poco tiempo cosecharon trece sacos de cacahuetes. Reembolsaron el crédito, guardaron semillas para el año siguiente, vendieron el resto del producto y ahorraron el dinero restante.
Ese año, tres pueblos se unieron a la asociación. Actualmente la asociación cuenta con once mil miembros: diez mil mujeres y mil hombres, agrupando cerca de doscientos pueblos en tres provincias en el Sur, Este y Norte de Burkina Faso. Pero han implementado la descentralización, de tal forma que si en un pueblo hay cien mujeres que forman parte de la asociacion, ellas se reagrupan de quince en quince.
Su fuerza es la solidaridad, la ayuda mutua y la comprensión. Cada grupo de 15 personas recolecta las cotizaciones cada mes. Si alguien está enfermo, las otras 14 personas se organizan en grupos pequeños para visitarla y ayudarla. Si la persona muere, los miembros del grupo se encargan de los gastos del funeral y le entregan una suma de dinero a los hijos de la difunta. Según ellas: “Es un signo de solidaridad, es un cambio en la condición de la vida de las mujeres”.
En la medida que fueron creciendo pudieron desarrollar otras actividades, en primer lugar, de formación. Decidieron seguir cursos de alfabetización y después de formaciones específicas, y en la actualidad más de 7 mil mujeres han sido alfabetizadas.
Crearon también una cooperativa de ahorro y crédito. Antes, solamente los hombres tenían derecho al crédito agrícola. Hoy, Pag La Yiri concede préstamos a las mujeres y ellas pueden comprar el equipamiento agrícola que necesitan.
También han desarrollado cultivos colectivos; células de salud comunitaria, donde se encargan de la sensibilización sobre temas como la planificación familiar, el SIDA y la escisión de las mujeres; tienen cantinas, incluso manejan una estación de gasolina, elaboran jugos y mermeladas de frutas, mantequilla de karité y jabón para comercializar. A través de todas estas actividades han creado empleo para las mujeres y se sienten muy orgullosas de ello.
Han construido una escuela exclusivamente para niñas, y tienen el proyecto de crear una escuela para ellas en cada zona para que ellas también que puedan estudiar, ya que antes solo los niños iban a la escuela y a las niñas se las preparaba para casarse.
Y fíjense que, al principio, los hombres de la aldea estaban totalmente en contra de este proyecto, y querían dividir a las mujeres, con lo cual, ellas decidieron reunirse a escondidas. Salían de sus casas a media noche, se reunían, tomaban decisiones, y volvían sin que sus maridos se enterasen. Crearon incluso una cadena para transmitir las informaciones: cada una tenía una compañera a quien prevenir.
Según ellas mismas dicen: “Nosotras queremos ir despacio, como el camaleón, lento pero seguro para llegar a la meta. Nuestro objetivo es que los grupos de mujeres sean autónomos, que la región se vuelva autónoma. Para avanzar es imprescindible la voluntad, la perseverancia y el compromiso, además, de la solidaridad. Aquí, en Burkina, las mujeres nos apoyan mucho. Somos solidarias por nuestro propio bien. Si llevamos adelante este combate, no es sólo por nosotras mismas, sino, por nuestras hermanas, por la nueva generación, por todos los pueblos y todas las mujeres del mundo”.
Bueno, es evidente que, menos por menos, más. Una vez más la mujer africana nos da una lección de solidaridad y de confabulación femenina. Esto nos ha hecho reflexionar mucho, porque no hemos encontrado en el llamado primer mundo, ninguna asociación tan espontánea, tan femenina y tan solidaria como esta.
Texto extraído de la página de Inspiración Femenina

- Mujeres de Matagalpa, en Nicaragua. No os perdáis la página!

- Mujeres de Douala en Camerún, con su arte en la calle.

O la organización Profemmes de Burkina Faso y su teatro forum.

Y... de regalo este maravilloso corto de animación!!!!

4 comentarios:

Eau dijo...

Interesante! Y me ha encantado el corto de Encarna!

LA DESGRACIÁ dijo...

me ha gustado descubrirte, pero casi vengo cuando esté más despierta, q ahora no doy lo mejor de mi.

un besu

Lolasincola dijo...

killa que, argo no???

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el articulo, felicitaciones desde Chile!