viernes, 28 de agosto de 2009
domingo, 23 de agosto de 2009
Ítaca

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
martes, 18 de agosto de 2009

Se me caen las palabras de los bolsillos porque no sé que hacer con ellas. Me coloqué un peto lleno de bolsillos, de huecos y recovecos. Pero se han llenado en un abrir y cerrar de pestañas…
Dónde se guardan las palabras que no se dicen?
Dónde se esconden los sentimientos que no llegan a su destino?
A mi se me han agarrado al corazón y está empezando a dolerme. Y no quiero que me duela, no quiero que me duela, no quiero que me duela…
Voy a construir una caja con retales de hermosos recuerdos, con sabor a besos furtivos, y olor a tierra y a hierba fresca. La llevaré siempre conmigo, pegadita al corazón (que es donde se guardan las cosas importantes), y en ella iré guardando todo esto que siento y me cuesta manejar, todas las cosas bonitas que me salen y no cuento…
No quiero que me pierda el olvido, ni el tic-tac del reloj, ni el pasar de los días.
Ni perderme, Ni perderte.
Hoy soñé con peces que volaban
lunes, 3 de agosto de 2009
Karibú A La Vida
Karibú a la vida